La editorial Vinciana, caracterizada por una gestión estrictamente familiar, empieza su actividad en 1976 por iniciativa de Floriano Bozzi. La innata curiosidad por las diferentes técnicas pictóricas y una amplia experiencia adquirida en el campo del cómic y la ilustración llevan a Floriano Bozzi, con la ayuda de colegas y amigos, a proyectar y crear la Colección Leonardo, con la intención de que sea un producto editorial dirigido a quienes, por pasión o por profesión, se acercan al dibujo en su expresión más clásica. Consciente de las dificultades iniciales y de las carencias de los primeros textos didácticos que le habían introducido al dibujo y la ilustración, funda la Colección Leonardo sobre simples principios de utilidad práctica, con el objetivo de facilitar el aprendizaje. Las tres publicaciones sobre las bases del dibujo, además de las dedicadas a la anatomía y a la perspectiva, constituyen los fundamentos sobre los que se desarrolla la Colección.
Los primeros títulos aparecen en italiano; más tarde se presenta una versión francesa, después una alemana, y con el tiempo van aumentando las versiones en otras lenguas hasta llegar a las publicaciones en árabe. Al fallecer Floriano Bozzi en 1995, el proyecto de la Colección ha seguido adelante gracias al trabajo del hijo, quien prosigue con su obra respetando el espíritu inicial.
Las publicaciones de la editorial Vinciana están presentes en más de 40 países del mundo, y algunos de sus títulos se usan como libros de texto en algunas escuelas y academias de estudios artísticos.
En el curso de los años, la editorial Vinciana ha renovado su imagen gráfica y la calidad de su producción. Recientemente se han añadido a la Colección Leonardo los "Manuales Técnicos Leonardo", una línea editorial que se propone tratar más de cerca los temas referidos a la anatomía, y en la que se han publicado concretamente dos volúmenes dedicados al estudio de la anatomía del hombre y del caballo con un enfoque artístico.
La producción de la editorial Vinciana no tiene por supuesto el ritmo de la gran industria editorial, pero al ser precisamente una empresa artesanal puede ofrecer productos cuidados y válidos didácticamente, a un precio limitado. La editorial ha tenido varias oportunidades de saturar el mercado con novedades que no poseían la seriedad y profesionalidad que la caracterizan, pero siempre ha optado por una producción limitada, dirigida a un público fiel que aprecia su cuidado y precisión.